La compra conjunta ha ganado popularidad en los últimos años en Estados Unidos, pero los precios de la vivienda están en su punto más alto, arriba del 43% en los últimos dos años, además de una recesión que se avecina, por lo que los compradores busquen hipotecas mas pequeñas y el hackeo de casas se ha convertido rápidamente en la nueva norma.

Al respecto, una encuesta que elaboró ​​Pairadime, a mil millennials en Estados Unidos en torno a su perspectiva sobre la compra de vivienda, revela que dicha generación está buscando soluciones inteligentes para lograr sus sueños de ser propietarios de una vivienda.

Históricamente, las personas que compraron casas eran parejas casadas y personas solteras, ahora, con la disminución de las tasas de matrimonio, los precios de las viviendas fuera de alcance y el aumento de las tasas de interés, el perfil del comprador de vivienda ha cambiado cambiado, pero no ha habido una solución para abordar la nueva norma. Según la encuesta, solo el 4% de los millennials dice que esperará para comprar vivienda hasta que se case.

La mitad de los nuevos compradores de vivienda dijeron en una encuesta de Zillow que el proceso “los dejaron llorando”, y los miembros de la generación Z y los millennials “tenían más probabilidad de llorar al menos una vez durante el viaje de compra de una casa”.

De acuerdo con los hallazgos, el 36% está dispuesto a renunciar a su independencia y mudarse a casa de los padres para ahorrar dinero y conseguir la casa de sus sueños. Y aquellos que compraron una casa con una pareja romántica pero no se casaron y luego se separaron, se dieron cuenta de que no tienen ningún recurso legal y pasaron por un “divorcio millennial”.

Si bien el banco de mamá y papá ha sido un respaldo para muchos millennials cuando se trata de comprar una casa, el estudio de la plataforma de propiedad fraccional encontró que 2.5 veces más millennials dijeron que preferirían recibir asistencia financiera de sus padres como un socio, esto es, tomarlo como una inversión en lugar de un regalo (51% frente a 21%).

Aunque los millennials no piden la ayuda de sus padres, el 45% dijo que buscaría un agente de bienes raíces con experiencia en compras conjuntas para ayudar en el proceso y el 36% dice que compraría en conjunto con alguien aunque no esté casado si eso significaba que podría obtener una hipoteca más grande.

Cuando se trata de con quién están dispuestos a vivir, el 60% opinó que preferiría comprar en conjunto con un familiar, un amigo o una persona con la que coincidieron en un mercado abierto, en comparación con solo el 25% que dijo que preferiría trabajar con una corporación que tomó acciones a cambio de asistencia financiera.

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