Empezar a ahorrar lo antes posible

Cuando se es joven el futuro queda demasiado lejos y no se suele pensar en la jubilación. Sin embargo, la juventud es precisamente el mejor aliado para preparar el futuro sin apenas esfuerzos y obteniendo grandes resultados. Lo esencial es adquirir el hábito de destinar algo de dinero periódicamente a hacer hucha.

Con poco que podamos aportar algún producto de ahorro que nos ofrezca algo de rentabilidad, 30 ó 50 euros al mes, conseguiremos que el capital crezca a gran velocidad, gracias al efecto del interés compuesto. Además, según los expertos, cuanto más largo sea el plazo de inversión, mejor retorno es probable conseguir.

Tener en cuenta que cada vez vivimos más años

Nuestros padres o abuelos apenas vivían unos años más tras pasar a la situación de retiro, sin embargo, en los países desarrollados la esperanza de vida crece a pasos agigantados y cada vez es más común que las personas lleguen a centenarias. Ante esta situación, si antes se ahorraba pensando en complementar la pensión durante unos 10 años, ahora no hay más remedio que guardar más para evitar sobrevivir a nuestros ahorros.

Elegir el producto de ahorro que más nos convenga

Las opciones para invertir nuestro ahorro son casi infinitas, ya que hay productos para todo tipo de perfiles y necesidades.

Estas son las principales opciones en España:

  • Cuentas remuneradas o depósitos. Con la subida de los tipos de interés es previsible que ganen atractivo este tipo de productos, que ofrecen una pequeña rentabilidad por tener ingresado tu dinero. En el caso de los depósitos a plazo, tienen penalización si se desinvierte antes de la fecha prevista.
  • Los planes de pensiones privadas. Con vehículos pensados ​​específicamente para ahorrar para la jubilación. Por eso se incentivan las aportaciones mediante desgravaciones fiscales y solo es posible disponer del dinero en caso de jubilación, incapacidad laboral, dependencia o muerte del partícipe (lo harán los beneficiarios asignados), además de otros supuestos excepcionales como son desempleo de larga duración, enfermedad grave o, a partir de 2025, si han pasado diez años desde las aportaciones. Su rentabilidad oscila en función de la evolución de los activos en cartera y, por tanto, puede haber momentos en los que haya pérdidas.
  • Productos de aseguradoras. Empezando por los Planes de Previsión Asegurados (PPA) una modalidad de planes de pensiones en los que hay una rentabilidad asegurada. También tenemos los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS), en los que el capital está asegurado, se permite acceder al dinero siempre que se quiera y que ofrece una ventaja fiscal pasados ​​los 5 años desde el inicio de la inversión. Y una tercera opción serían los seguros de ahorro, que comparten con los depósitos a plazo fijo que ofrecen los bancos, que son productos con un vencimiento determinado y con una rentabilidad garantizada.
  • Inversiones inmobiliarias. Si tiene una casa en propiedad, tiene un as en la manga, ya que ese patrimonio se puede convertir en dinero para recibir una renta durante años o incluso toda la vida.

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