El 2017 fue una fecha que marcó a la familia Vásquez Segner, dueños de la cadena de restaurantes Tip y Tap, cadena de restaurantes fundados en 1975 en el sector oriente de la capital. Hace cinco años, quedaría al descubierto lo que, según el Ministerio Público, reviste delito de estafa de manera reiterada por parte del mayor de los nietos: Andrés Ugarte Vásquez. Desde el 2011 se convirtió en socio, abogado y asesor de su abuela, Elsa Segner Salinasquien en aquel entonces exploraba nuevos negocios, dejando atrás el rubro gastronómico y pasando al mundo inmobiliario.

A raíz de lo sucedido, tres de los seis hijos del matrimonio entre Elsa y el fallecido exfutbolista Jaime Vásquez Becker, presentó una querella en representación de su madre, quien hoy tiene 85 años. Según consta en el texto ingresado ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, Ugarte habría estafado a su abuela en $528.997.717, todo esto haciéndola firmar papeles, los que supuestamente eran para visar contratos de arriendo, sin embargo, terminaron en la entrega de la propiedad de una millonaria sociedad.

Todo comenzó el 2011, el 4 de agosto de ese año, Elsa Segner creó una sociedad llamada Andelsa junto a su nieto Andrés Ugarte, con quien vivía desde el año 2002 ya quien incluso pagó su carrera de derecho en la Universidad Adolfo Ibáñez, además de estudios en el extranjero. Para crear la firma, la cual se dedicaría el rubro inmobiliario, cada parte puso $3 millones, aunque según sostiene la querella presentada por sus hijos todo el monto fue puesto por la mujer.

Un año después, Andelsa comenzó a invertir duro en la compra de bienes raíces, llegando a adquirir 11 departamentos en el sector oriente, los que en total estaban valorizados en más de $724 millones. El 27 de mayo de 2013, a través de una modificación de escritura pública, la mujer le vendió el 0,1% de su participación en la sociedad a su nieto. ¿El precio? $6.000 por un negocio valorado en sumas millonarias debido a los inmuebles que poseía.

Tiempo después, a través de otra clausula, la dueña de los restaurantes Tip y Tap entregó el 49,9% de su participación en la sociedad a su nieto mayor. Esta vez el pago por obtener su participación, según la escritura, fue de $2 millones.

La querella presentó por los hijos de Segner da luces de cómo habría ocurrido la presunta estafa que le imputa el Ministerio Público a Ugarte. Según explican en el documento, el nieto, abogado y asesor de su abuela incluido estos documentos de cambios en la constitución de la sociedad, entre la serie de documentos que la empresaria firmaba a diario, entre los que se encontraron, por ejemplo, los contratos de arriendo de los 11 departamentos.

Segner dejó la propiedad de los Tip y Tap a mediados de 2013. Los locales, en la actualidad, están a cargo de sus hijos, quienes son dueños de las diferentes sucursales. Actualmente, son cinco los recintos que tiene el restaurante que se hizo conocido por los sándwiches que elaboran y su crudo, uno de los más aclamados de la capital.

El 2013, y mientras Segner entregaba -presuntamente engañada- su participación en la sociedad, también le hizo un préstamo a su nieto mayor. Ese año, la empresaria entregó $166.820.736, los cuales fueron devueltos en un periodo de ocho años y con interés anual de 2,8%. Sin embargo, aquello abriría otro flanco para el supuesto engaño.

Posterior a eso, y entre los documentos que Ugarte habría hecho firma a su abuela, estaba las escrituras en las que supuestamente la mujer informó el recibir el pago de las cuotas por este préstamo. Los seis documentos, dejan constancia de que el abogado habría entregado al menos $18 millones en cada pago, sin embargo, según los análisis económicos aquello nunca se concretó.

Finalmente, según los tres tíos menores que lo demandan, Andrés Ugarte asesoró en abril de 2013 a su abuela en la redacción de su testamento. En el texto, la empresaria habría favorecido sólo a algunos de sus hijos, entre las que se encontraron precisamente la madre de Ugarte. Además de eso, este se habría incluido como heredero al igual que sus tíos. Dicho testamento fue revocado por Segner en mayo de 2017.

El 30 de septiembre de 2021, el Ministerio Público formalizó la investigación en contra de Andrés Ugarte. Ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, la fiscal Karin Naranjo lo acusó del delito de “estafa y otras defraudaciones”, todas ellas consumadas reiteradamente. Por hechos, el nieto mayor de Segner estos quedaron con firma mensual mientras dura la investigación.

En septiembre pasado, la Fiscalía Metropolitana Oriente solicitó una audiencia para discutir la ampliación del plazo de investigación. Dicha audiencia quedó fijada para el 7 de noviembre.

A finales de mayo de 2022, la mamá de Andrés Ugarte ingresó un requerimiento ante del 16º Juzgado Civil de Santiago, para que este tribunal declare interdicta por demencia a su madre. En el escrito, María Verónica Vasquez Segner declara que no conoce la situación actual de su madre, con quien no tiene contacto y quien estaría enferma.

En el texto ingresado por su abogado, Juan Pablo Hermosilla, María Verónica Vasquez Segner señala que su madre “se encuentra imposibilitada de actuar celebrando cualquier clase de actos y/o contratosdesde el primer semestre del año 2020 en adelante, apenas puede hablar por lo que resulta plausible y presumible sosteniendo que sus facultades mentales se encuentran afectadas”.

En paralelo, su hijo ingresó un recurso de acuerdo ante la Cámara de Comercio de Santiago, la cual según su abogado se trató de una “demanda declarativa”. Esto, a raíz de que Ugarte entrega una serie de descubrimientos respecto a las afirmaciones en su contra.

Respecto a la querella presentada por sus tíos, en el documento Ugarte sostiene, a través de su abogado, que de dicha acción “no hay duda de que para la demandada existe una pretensión en contra de mi representado, conflicto que se traduce en su interés para que se resuelvan precisamente las materias que en la pretensión transcrita perjudicial se han señalado. Evidentemente ya fin de tener certeza jurídica, es también de interés para mi destacado que se conozcan y resuelvan todos estos asuntos”.

Finalmente, y por el crédito entregado por su abuela, explica que se pagó “mediante las diversas asesorías prestadas, del tipo bancario y legal, como también la administración de las propiedades. Tales servicios se prestaron por mi representado a su abuela, ya sea directamente oa las sociedades que ella controlaba, especialmente “Inversiones Santa Matilde Limitada” e “Inversiones Doña Elizabeth Limitada”. Se emitieron boletas de servicios, las que no fueron pagadas, sino que compensadas con cargo al mutuo al cual ya nos hemos referido, hasta su completa extinción”.

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