Georgia, el pequeño país del Cáucaso parcialmente invadido por Rusia en 2008, convirtió una política de no confrontación contra su vecino del norte cuando éste invadió Ucrania en febrero de este año.

A pesar de ser un país con poco más de tres millones de habitantes, Georgia ha logrado mantener su identidad nacional y cultural a lo largo de los siglos y fue el país con mayor transformación política y económica de la región entre 2000 y 2010 bajo el régimen del anterior presidente Sakaashvili, quien posteriormente fue criticado por abusos de poder y se encuentra ahora en la cárcel.

Bedzina Ivanishvili, oligarca georgiano que hizo su fortuna en Rusia, creó el Partido “Sueño Georgiano” que derrocó a su predecesor y ha mantenido el poder desde 2012. En 2014 Georgia fue el país que más había avanzado para firmar un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, delante de sus vecinos Moldavia y Ucrania.

Sin embargo, el proceso de transformación del país se desaceleró en años recientes y ha recibido críticas por parte de los aliados tradicionales (EUA y UE) a tal punto que Georgia no obtuvo el mismo trato que Moldavia y Ucrania para el proceso acelerado de integración a la UE anunció este año.

Al iniciar la invasión rusa en Ucrania, Georgia tomó una posición relativamente neutra respecto al conflicto, y se limitó a condenar la invasión de un territorio soberano, enviar algo de ayuda humanitaria pero no mandó ayuda militar y se negó a aplicar sanciones comerciales o financieras contra Rusia.

Aunque ha sido un posicionamiento que ha levantado algunas críticas de voces dentro y fuera del país, el resultado ha sido que han llegado a Georgia un estimado de 80 a 100 mil refugiados rusos, bielorrusos y ucranianos muchos de ellos de clase media a media alta. El país se ha beneficiado de la derrama económica que los refugiados han traído con ellos de tal suerte que la moneda local, el lari, es de las pocas monedas mundiales que se ha apreciado respecto al dólar norteamericano en casi un 20%.

Después de una acentuada contratación económica por el covid, la economía se ha expandido más de un 15% en este año, con efectos positivos importantes en la ocupación hotelera y servicios conexos y en los precios de los bienes raíces y rentas de vivienda de alta gama . En las calles de Tibilis se escucha el ruso y se ven muchos autos con matrícula rusa, varios con banderas ucranianas en su interior para señalar su apoyo y evitar agresiones, ya que algunos georgianos no aprueban la de quienes consideran sus invasores.

Es bien conocido que Putin tiende a justificar sus invasiones a otros países, bajo el falso pretexto de defender a sus nacionales. Por lo que, si bien hoy Georgia se beneficia de una política neutra, queda por ver si la inmigración de rusos no será en un futuro cercano el argumento para lanzar una nueva ofensiva a un país mucho más pequeño y menos preparado a defenderse. No olvidemos que las tropas rusas estacionadas en Osetia del Sur se encuentran tan solo a unos 35 kilómetros de la bella capital de Georgia, Tiblisi.

*El autor es integrante de la Unidad del COMEXI sobre el Mediterráneo, Cáucaso y Asia Central. Exdirector Ejecutivo de BERD.

@brunobalvanera

Share.
Leave A Reply