El sector asegurador no es ajeno a la volatilidad de la coyuntura económica. Aunque los principales balances de la actividad previsional se han mostrado resistentes ante los últimos shock económicos con un crecimiento sostenido por encima del 5,6%, las empresas afrontan un futuro marcado por la incertidumbre.
Sin embargo, las últimas regulaciones aprobadas por el Gobierno están avanzando al desarrollo de algunas de las ramas de actividad del sector, como es el de la previsión social complementaria en el ramo de vida, lastrando su expansión en un momento en que precisamente la base de ahorro se ha incrementado entre los hogares españoles
La pandemia primero y la espiral de precios después han provocado que las familias ahorren más, pero el esquema de incentivos fiscales y la falta de concienciación sobre la necesidad de abordar una estrategia de ahorro que complemente la pensión pública está impidiendo que esa mayor base de dinero ahorrado no se esté destinando a instrumentos financieros como los planes de pensiones.
«El Gobierno quiere fomentar los planes de pensiones de empleo a la costa del ahorro privado», lamentaba la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, la inauguración del ‘XXIX Encuentro del Sector Asegurador’ impulsado durante por Deloitte, Mapfre y ABC celebrado este martes, añadiendo que «en España no se ha consolidado una cultura de ahorro» lo que configura un marco de «que presenta un enorme catálogo de incertidumbres».
La presidenta de la patronal del seguro apunto durante su intervención en el foro que las últimas acciones del Gobierno en el marco de la reforma de pensiones van en contra del fomento del ahorro privado. Aunque González de Frutos considera «loable» la intención de impulsar el ahorro en el seno de las empresas a través de los planes de empleo denuncia que esto se haga con un «desarme fiscal de los aviones individuales».
«Hemos desvestido a un santo y, ni siquiera, hemos vestido todavía al otro», apuntaba la presidenta de Unespa recordando que la rebaja de los incentivos fiscales a 1.500 euros para las aportaciones anuales -un recorte del 80% en dos años- ha supuesto en la práctica una fuga de ahorro ya que este dinero no se ha depositado en los promocionados planes de empleo públicos. «No ha habido traslación del ahorro como se prometió», advertía señalando que por el otro lado «la reducción de la deducción fiscal de los planes individuales ha hecho que han caído los recursos destinados a estos productos».
«Otro problema grave»
No quedó ahí el repaso que hizo González de Frutos sobre la actualidad del sector asegurador y la evolución del ramo de vida como complemento para la jubilación y factor clave para la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Apuntó en este punto la presidenta de Unespa que España tiene un problema de transparencia y «somos uno de los países de Europa que menos cierto habla a sus ciudadanos de pensiones».
En este punto, reclamó avanzar en el compromiso de información adoptado por la Administración en la reforma del sistema de 2011 que obligaba al Estado a realizar comunicaciones para advertir la pensión futura del beneficiario de modo que este pueda planificación de la jubilación y, eventualmente, comenzará a ahorrar de modo individual. «Este compromiso se ha cumplido tan solo de forma parcial y de manera no muy eficiente», denuncia González de Frutos.
falta de incentivos
Así, con este punto de partida desde Unespa no auguran un camino de rosas para el uso del fondo público de pensiones auspiciado desde el Ministerio de Seguridad Social. Aseguran que adolece de falta de incentivos y que en un marco de aumento de costes por diferentes vías para las empresas, también la administrativa, parece sencillo que se producirá una implementacion de los planes de pensiones de empleo en el tejido productivo, también lastrado por una composición en su mayor parte por pequeñas y medianas empresas.
«Cuando el Gobierno quiere que se incremente el ahorro en el ámbito de las empresas lo que tiene que hacer incentivar esas prácticas», apunta González de Frutos señalando que la nueva ley solo desempolva unos incentivos fiscales que ya existieron en el pasado «y que no sirvieron para el desarrollo de la previsión social complementaria en el entorno empresarial».
«El mensaje que se lanza es: vas a pagar más, y los incentivos para que pagues son más casos», sintetizaba la presidenta de Unespa sobre la maniobra del ministro de Seguridad Social José Luis Escrivá. «Es un sistema basado en el principio de que se tiene que producir una traslación desde el ahorro individual al colectivo que ahora ya sabemos que no se ha producido», subrayó.