CARTAGENA. El patrullero Infanta Elena arribó este lunes al Puerto de Cartagena por última vez antes de ser dado de baja tras casi 43 años de servicio. El Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), el almirante general Antonio Martorell, sucedió el 14 de julio el proceso de baja en servicio del patrullero ‘Infanta Elena’.
Tras la firma del Ajema, el Estado Mayor y la Jefatura de Apoyo Logístico están coordinando ya la planificación de las acciones de inmovilización y posterior desarme con el objetivo de hacer efectiva la baja durante este segundo semestre de 2022.
El patrullero de altura #InfantaElena entra por ultima vez en el puerto de #Cartagena antes de su baja definitiva en la @Armada_esp ⚓️???????? tras casi 43 años de servicio a #España.
¡Muchas gracias por tu servicio allende los mares! ????#SomosLaArmada#DefendemosEspañaEnYDesdeLaMar
pic.twitter.com/63rMG43UwK— Armada (@Armada_esp) 3 de octubre de 2022
El pasado 21 de septiembre zarpaba de cartagena para llevar a cabo labores de vigilancia en el Mediterráneo sur. Además, ha ayudado en la supervisión en una regata en Cádiz y atraerá en Palma y Alicante para terminar con una jornada de Puertas Abiertas, tal y como señaló días atrás Onda Regional. Esta navegación permitirá al barco realizar presencia naval en diferentes puertos españoles “como despedida a una larga vida operativa”, dentro de una misión de vigilancia en los espacios de soberanía marítima en el mar Mediterráneo, según informado la Armada antes de proceder a su baja.
El ‘Infanta Elena’ es la tercera de la serie de seis corbetas de la antigua clase ‘Descubierta’ y fue botado el 14 de septiembre de 1976, entregado a la Armada en 1980 y recibido su bandera de combate en Alicante en junio de 1983. El 13 de enero de 2004 y tras finalizar las obras de remodelación, fue reclasificado un patrullero de altura con el numeral de costado P-76.Con base en Cartagena, sus principales misiones son la seguridad marítima, la lucha contra la contaminación marítima, la detección y seguimiento de posibles actividades de inmigración ilegal y la colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. Operaciones permanentes de vigilancia y disuasión, La función principal de este buque, “son una herramienta eficaz para mantener una vigilancia de los espacios de soberanía, lo que permite detectar anticipadamente amenazas y facilitar una respuesta inmediata y viable ante una crisis potencial”, señala la Armada.