Medio siglo ha pasado ya desde que en 1972un grupo de 42 personas, según recoge el acta fundacional de la cooperativa Embega de Villatuerta, apostase por este modelo socioempresarial para poner en marcha la empresa. Desde entonces, ha tenido en la fabricación de elementos decorativos para el sector de los electrodomésticos su principal línea de negocio, que después se amplió con la puesta en marcha de otros dos negocios más pequeños como son las juntas de estanqueidad, que se fabrican mediante el proceso de serigrafía; y los teclados de membrana, más conocidos ahora como HMI.

En todo este tiempo, tal y como explicaban desde la propia empresa, han sido varios los cambios vividos y muchos de ellos tienen que ver con la inversion en maquinas cada vez mas robotizadas y modernas que hacen que el acabado de las piezas, en lo que tiene que ver con el proceso de esmerilado -para darles el acabado-, ya no depende tanto de las personas. “En la fabricación de juntas el proceso sigue siendo más o menos el mismo y en los teclados HMI el cambio también ha sido bastante importante consiguiendo hacer nuestro producto más adaptado a las necesidades del mercado. Además, ahora nos hemos metido en el desarrollo de proyectos para el sector de electrodomésticos con las encimeras que cada vez son más táctiles”, explica Lidia San Martín, del departamento de aprovisionamiento y planificación.

Destacó además el desarrollo del centro Stirlingpionero en Navarra y centrado en el desarrollo tecnológico y la innovación. Dos pilares éstos por los que Embega apuesta fuerte de cara al futuro más inmediato. “Siembre se ha apostado por la investigación, el desarrollo y la internacionalización. Para que un negocio pueda estar activo hay que diversificar y moverse a la vez que las necesidades del mercado”, remarcó.

Unas líneas de trabajo que han crecido dibujado el experimentado por la empresa, que le ha permitido celebrar cincuenta años, y que seguirá marcando la línea también a partir de ahora. En un momento de incertidumbre como el actual, condicionado por un contexto tan complejo en varios aspectos, Embega no ha sido una excepción y también ha tenido que sortear las dificultades derivadas de la crisis de suministros y el incremento de los precios tanto a nivel energético como en lo relativo a los productos y materiales.

Desde sus inicios hace ahora cincuenta años, Embega siempre ha desarrollado su actividad en el polígono industrial de Villatuerta, en unas instalaciones que fueron creciendo a la par que lo fue haciendo la actividad. Y fue en estas instalaciones donde este viernes socios ya jubilados y socios y personal contratado en activo se conservaron para festejar el aniversario. Volvió a haber una jornada de puertas abiertas para visitar las instalaciones, igual que hubo durante todos los fines de semana del mes de junio con la asistencia de unas 120 personas.

El de este viernes fue un día de celebración aunque los actos se han ido repartiendo durante todo el año. Se descubrió un monolito y una comida reunida a mediodía a 170 comensales. En la sobremesa se homenajeó a los 42 socios fundadores de Embega. Tras medio siglo de andadura, el balance, aseguran, es positivo. “Solo con decir que la empresa cumple cincuenta años lo decimos todo”, resumió.

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