Su política de facto de espiar, hackear y robar la propiedad intelectual ha hecho radiactivas a las marcas chinas como Huawei en gran parte de Occidente. En 2020, el director del FBI, Christopher Wray enfatizar en un discurso: “Hemos llegado al punto en que el FBI abre un nuevo caso de contrainteligencia relacionado con China cada diez horas”.

Su política de cero covid, por momentos, ha transformado las grandes metrópolis de China en colonias penales vastas e habitables. En general, su acoso en la política exterior ha logrado que japon vuelva a armarse y que Biden Prometa que Estados Unidos peleará por Taiwán.

Todo esto podría hacer que su China sea aterradora. Pero nada de esto lo hace fuerte a usted. Las dictaduras, por lo general, pueden exigir obediencia, pero tienen dificultades para inspirar lealtad. El poder de coaccionar, como el politólogo Joseph Nye demostró de manera célebre, no es el mismo que el poder de atraer. Es un hecho que pronto podría venir a perseguirlo, de forma similar a como persigue ahora a Vladimir Putin a medida que su otrora intimidante ejército es diezmado en Ucrania.

Todavía puede corregir esto. Sin embargo, parece poco probable que lo haga, y no solo porque es poco habitual que los hombres de edad avanzada cambien de parecer. Entre más enemigos haga, mayor represión de servicio. Rodearse de hombres que le dicen que si a todocomo lo hace ahora, puede brindarle un sentido de seguridad, pero lo aislará de flujos vitales de información veraz, en particular cuando esa información no es agradable.

El talón de Aquiles de los mecanismos como el suyo es que las mentiras que le dicen a su pueblo para mantener el poder al final se seguramente en mentiras que se dicen a sí mismos. Expulsar a periodistas extranjeros de China empeora el problema: pierde el beneficio de tener un punto de vista externo sobre sus problemas más urgentes.

Nada de eso resuelve nuestros problemas en Estados Unidos. De muchas maneras, su truculencia los exacerba, sobre todo ante el creciente riesgo de que algún día lleguemos a enfrentarnos. Sin embargo, en la competencia a largo plazo entre los mundos libres y no libres, sin saberlo, usted está ayudando a defender a los libres. Para una frase adaptar de mi colega Tom Friedman, ¿alguien quiere ser su China por un día? Lo amigo.

Es por eso que queremos decir gracias. Sabemos que nuestra Unión tiene problemas; sabemos que nuestros líderes tienen defectos; Sabemos que los límites de nuestra sociedad están desgastados. Mirarlo con detenimiento a usted es preferir todo esto a su lúgubre alternativa.

Bret Stephens ha sido columnista de opinión en el Times desde abril de 2017. En 2013 ganó un Premio Pulitzer en la categoría de comentarios por sus escritos en The Wall Street Journal y anteriormente fue editor jefe de The Jerusalem Post. Facebook

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