La seguridad en la jubilación está sujeta en el mundo a una presión crecienteya que la inflaciónla volatilidad del mercado y los bajos tipos de interés están mermando los ahorros destinados a ellos, según el Índice mundial de pensiones (Global Retirement Index) 2022 de la gestora de fondos de inversión Gestores de inversiones de Natixis.

Este índice, que ahora cumple diez años, es una medida multidimensional diseñada para analizar los factores que respaldan la seguridad en la jubilación mediante la combinación de indicadores clave fundamentales para el disfrute de un retiro saludable y seguro. El índice de esta edición revela que 2022 podría ser uno de los peores años para retirarse de los últimos tiemposya que los jubilados se arriesgan no sólo a tener que echar mano de su ahorro destinado a la jubilación, ya de por sí erosionado, sino que tendrán que asumir mayores riesgos en sus carteras para recuperar el terreno ya perdido.

En España, la seguridad en la jubilación ha descendido bruscamentesituándose en 2022 en el puesto 38, 6 escalones menos que en 2021 y 2020, solo por delante de China, Grecia, Turquía, Colombia, Brasil e India.

El GRI incluye 18 subíndices de rendimientoagrupados en cuatro grandes índices temáticos que tratan aspectos clave para el bienestar durante la jubilación: medios materiales para vivir holgadamente durante la jubilación; acceda a servicios financieros de calidad para poder conservar el valor de los ahorros y maximizar los ingresos; acceso a servicios sanitarios de calidad, y un entorno limpio y seguro donde vivir.

En los cuatro subíndices, España ocupa el siguiente lugar en el GRI de 2022:

  • 18º es «Salud». Es el único subíndice en el que España ha crecido, con una puntuación del 85% en esta edición, respecto al 82% de 2021 y al 83% que ostentaba hace 10 años.
  • 19º es «Calidad de vida»; subíndice en el que España mantiene la puntuación de 74% en 2022, idéntica a la de 2021. Eso sí, en 2012 fue algo superior al registrar un 76%.
  • 22º en la categoría «Finanzas en la jubilación», en la que este año ha obtenido una puntuación de 59%, inferior a 2021 y 2012 cuando sus relativas respectivas eran del 61% y 69%.
  • 40.º es «Material Bienestar» con una puntuación del 15% en esta edición frente al 35% de 2021 y el 58% de 2012.

La inflación: ¿una amenaza inmediata para la seguridad en la jubilación?

Durante gran parte de la última década, la inflación ha sido excepcionalmente baja. Entre 2012 y 2020, la inflación de los 38 países miembros de la OCDE fue de apenas un 1,76% de los medios. No obstante, en el primer semestre de este año, aumentó en esos 38 países, hasta llegar a repuntar un 9,6% en mayo de 2022 (último dato disponible).

La velocidad a la que los costes han provocado motivos para replantear los fundamentos a la hora de planificar la jubilación. El notable encarecimiento del petróleo, los alimentos y la vivienda está reduciendo el poder adquisitivo de los jubilados y constituye una lección económica fundamental para las personas que se encuentran planificando su retiro.

además, los profesionales financieros de todo el mundo afirman que subestimar el impacto de la inflación es el principal error que los inversores cometen a la hora de planificar su jubilación.

“La incertidumbre que domina el contexto global hace que los particulares deban adquirir una responsabilidad mayor para planificar sus ahorros de cara a la jubilación y también a la hora de seleccionar a los proveedores de productos de inversión. En este sentido, es fundamental que se impulsen los incentivos adecuados para fomentar el ahorro de largo plazo. Al mismo tiempo, los profesionales financieros tienen que adaptarse y poner al cliente en el foco de toda la estrategia: hay que estar cerca de él en todo momento para asegurarse de que los productos y los servicios ofrecidos están completamente alineados con sus necesidades, máxime dadas las circunstancias actuales. La clave está en saber construir carteras de largo plazo, bien diversificadas, descorrelacionadas y que contemplan los principios de sostenibilidad, tal y como exigen cada día más y más clientes y dada la amenaza que los desequilibrios sociales y potencialmente suponen para la seguridad financiera”.

Sophie del Campo, responsable de Natixis para el Sur de Europa, Latam y US Offshore

Un vistazo general al bienestar de los jubilados

A escala mundial, atendiendo a los 18 indicadores de rendimiento sobre bienestar de los jubilados analizados, el GRI de este año revela lo siguiente:

  • noruega recupera el numero 1 del ranking tras pasar cuatro años en el puesto 3
  • islandiaque llevaba ocupando la primera plaza desde 2018, cae a la tercera posición, mientras que suiza se mantuvo firme en el número 2.
  • El resto de los países que conforman el los diez mejores de este año son Irlanda (4.º), Australia (5.º), Nueva Zelanda (6.º), Luxemburgo (7.º), Países Bajos (8.º), Dinamarca (9.º) y la República Checa (10.º).
  • Luxemburgo y la republica checa se situaron entre los diez países líderes por primera vez este año, al ascender hasta el n.º 7 y el n.º 10, respectivamente. Alemania y Canadáque estaban entre los diez primeros países el año pasado, bajaron hasta las plazas 11 y 15, respectivamente, en el GRI de este año.

10 años de GRI: cuestiones conocidas, nuevos riesgos

Cuando el GRI se publicó por primera vez hace diez años, los riesgos para la seguridad en la jubilación en el mundo estaban ciertos: el envejecimiento de la población, el déficit de financiación para las pensiones y un entorno económico incierto. Aunque estas cuestiones fundamentales se mantienen diez años después, los resultados en la esfera de los países han cambiado de forma significativa.

Por su parte, España ha bajado desde el puesto 26 en el que se situó en 2012 hasta el puesto 38 que registra en la edición de GRI de este año, lo que supone un descenso de 12 puestos en 10 años. Los principales indicadores que explican esta caída son los subíndices de Bienestar Material y Finanzas. En el caso del Bienestar, el factor determinante es el indicador de empleo. En lo que se refiere a Finanzas, confluyen elementos como los préstamos morosos de los bancos, los tipos de interés, la dependencia de la tercera edad y el endeudamiento público. Por otro lado, España ha mejorado en el subíndice de Salud, gracias a, entre otras cosas, haber registrado la cuarta posición más alta en el indicador de esperanza de vida; y en el subíndice de Calidad de Vida gracias a una mayor puntuación en el indicador de felicidad y en el indicador de biodiversidad.

En la última década, irlanda ha protagonizado el mayor avance en la clasificación del GRI, al pasar este año de la plaza 38.ª en 2012 a la 4.ª a escala global, gracias sobre todo a la mejoría del subíndice de Finanzas y Calidad de Vida. También es destacable Nueva Zelanda, que ha escalado 28 puestos, pasando del 34º al 6º, con unos avances sustanciales en el subíndice de Salud. La republica checa se ha abierto hueco en el los diez mejores de este año tras haber incrementado su puntuación de forma notoria durante la última década. Debutó en el puesto 22.º en 2012 y ahora ocupa el décimo lugar en la clasificación general de este año. Los subíndices «Finanzas» y «Bienestar Material» son los principales motores de su tendencia positiva general desde 2012.

Mirando al futuro: un panorama cada vez más difícil para la seguridad en la jubilación

La OCDE prevé que la población mayor de 65 años aumente desde el 17% hasta el 27% en 2050, frente al 17% de 2019, lo que comprometerá la seguridad en la jubilación y ejercerá más presión sobre los sistemas de atención sanitaria y de cuidados de larga duración.

Incluso las regiones con poblaciones jóvenes podrían enfrentarse pronto a desafíos, ya que las mejoras en las áreas de nutrición, atención sanitaria y medioambiente favorecen la longevidad, mientras que las bajas tasas de natalidad contribuyen al envejecimiento paulatino de la población general. Este es el caso tanto de China como de América Latina en 2022.

Los responsables politicos cuentan con una número limitado de herramientas para hacer frente al envejecimiento de la población, especialmente porque las prestaciones por jubilación y atención sanitaria tendrán que competir con la necesidad de pagar la deuda pública, que en 2020 se había disparado hasta los 226 billones de dólares entre las economías avanzadas. Para compensar el déficit de financiación, los responsables políticos podrían verse obligados a elegir una de las siguientes opciones, todas ellas impopulares entre el electorado: elevar el impuesto sobre la renta, aumentar la edad de jubilación o reducir las prestaciones.

«Los desafíos existentes en la actualidad y de cara al futuro están ciertos. Acertar a la hora de gestionar las jubilaciones y ayudar a que las personas puedan vivir con dignidad tras concluir su vida laboral es una cuestión de sostenibilidad clave para la sociedad. Los responsables políticos se verán obligados a adoptar decisiones difíciles cuando intenten conciliar los saldos con los compromisos en materia de pensiones públicas y atención sanitaria. Para alcanzar el éxito, será preciso articular un esfuerzo concertado no sólo por parte de los responsables políticos, sino también de los empresarios, del sector de los servicios financieros y de los particulares. Todo empieza con comprender los riesgos”.

Sophie del Campo, responsable de distribución para el Sur de Europa, Latam y US offshore.

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