nueva York — Decenas de millones de jubilados estadounidenses están a punto de recibir el que probablemente será el aumento más grande de sus vidas. El jueves el gobierno anunciará cuánto cancelará la jubilación tras hacerse el ajuste anual a la inflación y será el incremento más grande en cuatro décadas.
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El año pasado, el aumento fue de 5.9%pero para este año algunos calculan que podría llegar al 9%.
Abundan las polémicas acerca de este procedimiento conocido como COLA (Cost of Living Adjustment o ajuste al costo de la vida). Hay quienes dicen que los datos que usa el gobierno para decidir los incrementos no reflejan lo que realmente gastan las personas mayores ni el impacto de la inflación en sus vidas. Además, el aumento abarca a todo el mundo, sin tomar en cuenta dónde vive la gente ni los recursos de qué dispone.
Esto es lo que debe saber al respecto del aumento:
Porque el anuncio determinará lo que percibirán los más de 65 millones de personas que cobrarán la jubilación del estado. Algunos estimados hablan de un aumento en torno al 9%.
No, pero sí el más grande en 40 años. En 1981 fue del 11,2%.
En enero. Y serán permanentes. No hay marcha atrás. Los aumentos del año que viene serán en base a estas cifras nuevas. El aumento del año pasado, del 5,9%, también había sido el más grande en cuatro décadas.
Desde el año 2000, fue de un 2,3%, ya que la inflación se mantuvo sumamente baja durante varios ciclos económicos. De hecho, a partir de la crisis financiera del 2008, en tres años no hubo aumentos porque la inflación fue mínima.
En base al CPI-W, un índice que refleja los cambios en los precios de una canasta básica de productos y servicios adquiridos por los trabajadores en activo, no los jubilados. Ese índice, sin embargo, no es el más seguido por los entendidos. El más seguido es el CPI-U, el Índice del Consumidor-Consumidores Urbanos, que abarca a todos los consumidores urbanos. Cubre al 93% de la población, mientras que el CPI-W abarca al 29%.
Por años muchos expertos han estado diciendo que el Seguro Social debería hacer sus ajustes en base a medir los gastos de las personas de edad avanzada, no de la población en general.
Se supone que otro índice experimental, el CPI-E, refleja mejor los gastos de las personas de 62 años para arriba. Históricamente revela que las personas mayores sufren tasas de inflación más altas que las del CPI-U y el CPI-W. Aunque últimamente el CPI-E detectó una inflación levemente más baja que la del CPI-W y el CPI-U.
El CPI-E toma en cuenta menos gente y el gobierno teme que no sea demasiado preciso. Al margen de eso, si emplease un índice que detecte una inflación más alta, tendrá que aumentar los incrementos anuales y se acabaría más rápido la reserva del Seguro Social, que, al paso actual, durará poco más de una década. Si no se toman medidas, a partir del 2035 fondos habría para cubrir el 80% del monto que le corresponde a un jubilado.
El peligro de una recesión aumenta con cada día que pasa, pero muchos economistas pronostican que la inflación bajará cuando se empiece a sentir el impacto del incremento en las tasas de interés y mejoren las cadenas de abastecimiento.
El Deutsche Bank, por ejemplo, estima que la inflación, que en agosto bajó del 8,2% al 7,2%, seguirá disminuyendo en los últimos tres meses del año y que en el segundo trimestre del 2023 será del 3,9%.
Esto es clave para los jubilados porque implicaría que el incremento que empezarán a cobrar a partir de enero será más alto que la inflación de entonces. Ello ayudaría a compensar las pérdidas sufridas en el 2022, en que el aumento de enero no estuvo a la altura de la inflación que hubo este año.