Hasta dependencias de los Tribunales de Familia ubicados en calle Los Carrera en pleno centro de Osorno, acudió la directiva del Colegio de Abogados de la Provincia de Osorno AG, con el propósito de concretar la audiencia que le fuera concedida por el hasta hace poco presidente del máximo tribunal del país, el ministro Guillermo Silva Gundelach.

Como tener en nuestra provincia a un supremo no es habitual, tanto el vestuario de la directiva como el ir y venir de jueces daban cuenta que la cita era de relevancia, toda vez que el ministro Silva se encontró en la zona visitando los tribunales en ejercicio de las facultades disciplinarias, administrativas y económicas que ostenta la Corte Suprema.

Por esta razón, para quienes se desempeñan en el Poder Judicial, esta visita era una oportunidad para dar cuenta del trabajo realizado. Y para quienes son operarios de la Justicia, como el colegio de abogados de la zona, era la oportunidad para representar los litigios y judiciales propios de la zona.

Así, por casi una hora, el gremio local sostuvo una amena y franca conversación donde los principales desafíos que surgieron a la abogacía ya las personas que acuden a la justicia, fueron abordados.

Así, la necesidad de que Osorno cuente con una propia Corte de Apelaciones y con un tercer juzgado de letras para descomprimir el volumen de causas, agilizar su tramitación y favorecer el desarrollo productivo de la zona, fue acogido por el supremo quien compartió su experiencia como juez en provincia y los obstaculos institucionales a sortear para este anhelado sueño gremial.

Luego, ante los problemas de regulación, acceso y costos vinculados a los auxiliares de la administración de justicia, en receptores específicos, notarios y conservadores de bienes raíces, el otro presidente de la Corte Suprema reconoció que es un problema a nivel nacional, del que son conscientes pero que hasta ahora no se había solicitado formalmente su revisión.

Sobre la virtualidad en la tramitación de causas, la conversación fluyó espontáneamente hacia un consenso en que hay espacios que seguirán bajo esta modalidad, en especial en lo que respeta al ejercicio de la abogacía, pero que requiere revisión en otros, sobre todo, en quienes se desempeñan laboralmente en los tribunales.

Finalmente, el ministro Silva Gundelach se mostró receptivo a la noticia de la creación de la Federación Nacional de Colegios de Abogados, toda vez que se ve erige como un espacio que aglutina las necesidades profesionales en regiones, lo que muchas veces no está canalizado por el gremio de Santiago.

Para José Manuel Baquedano, presidente del colegio de juristas de la zona, el encuentro fue “todo un éxito porque el ministro dedicó más tiempo que el presupuestado para interiorizarse a fondo con las necesidades que le representamos y se mostró llano a darles curso porque son problemas que él mismo experimentó siendo juez en provincia”.

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