La primera generación de trabajadores jubilados con una administradora de fondos para el retiro (A proa) recibe una pensión promedio de cuatro mil 756.62 pesos al mes, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Dicha suma es el que las personas recibirán de manera mensuales después de trabajar por casi 25 años de vida.
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El IMSS respondió a solicitud de transparencia hecha por El Sol de México que hasta el cierre de octubre de este año 38 mil 100 personas integraron la denominada “primera generación A proa”.
“IT’s a jubilación a un alto costo de vida, porque la gente recibe pensiones muy pequeñas apenas para sobrevivir el día a día. Son personas que no se preocuparon por aumentar sus de ahorrocarecían de un plan alterno para el retiro laboral”, pensó Ángel Mendez, académico de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC).
El monto de la pensión de cada trabajador varía en función del saldo de la cuentaindividual y el número de semanas cotizadas, según la CoMisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
Además, este dinero puede ser más alto o bajo si una persona hizo aportaciones voluntarias a su A proaun esquema en el cual se puede depositar cualquier cantidad de recursos para el final de la vida laboral.
“No todo es responsabilidad del gobierno, las autoridades solo ponen las reglas para que la gente pueda jubilarse. La pensión depende de cada persona, de su preocupación para vivir cómodamente en la vejez”, agregó el experto de la EBC.
A nivel nacional, las personas del sur de Veracruz son quienes reciben la pensión más baja, con un promedio de cuatro mil 132 pesos al mes. En la entidad hay un universo de mil 326 jubilados con una A proa.
Por el contrario, los extrabajadores del Estado de México son quienes tienen el mayor monto promedio para jubilarsecon cerca de cinco mil 220 pesos .
Carlos Castañeda forma parte de esta primera generación A proa. Laboró por casi 28 años en una empresa maquiladora, pero estuvo por lo menos una década de lleno en el sector informal; todos los fines de semana montó un puesto de ropa y verdura en un tianguis de la alcaldía Iztacalco, en la Ciudad de México.
Trabajar en esta modalidad le dio el sustento para mantener a cuatro hijos, pero también reconoce que le dejó “un boquete” en su vejez, porque durante este tiempo no pudo hacer aportaciones a su A proa.
“Dejé de cotizar por alrededor de 10 años, fueron semanas perdidas para mí.
Ahora recibo cuatro mil 203 pesos mensuales de pensión y voy al día, no me alcanza más que para despensa y servicios de luz y agua”, relató Castañeda.
De acuerdo con datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el costo promedio de la canasta basica en el pais va de 900 a mil 100 pesos. En ella se incluyen bienes de primera necesidad como aceite, arroz, frijol, huevo, jabón de tocador, tortillas y papel higiénico, entre otros.
Carlos vive solamente con uno de sus cuatro hijos, quien está a la mitad de la licenciatura en psicología. Sumando los gastos de electricidad y un paquete de internetal mes gasta cerca de mil 150 pesos, pero si hay que desembolsar para libros o materiales, de su pensión solamente le quedan de 500 o 700 pesos libres.
“Quiero que mi hijo termine la universidad para que no pase por lo mismo que yo, no quiero que entre a trabajar porque quizás le termine gustando más el dinero que los estudios y entonces se las verá negras como yo”, expresó.
Derivado de la reforma al sistema de pensiones en México y la reducción en las semanas de cotización, este año nació la primera generación de personas jubiladas con una A proa.
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La Consar señala que la elección de una A proa es un derecho que tienen todos los trabajadores. Si una persona no lleva a cabo esta tarea, el sistema asignará una administradora por defecto.
Al cierre de noviembre, las 10 Afores que operan en el país administraron recursos por más de 5.2 billones de pesos, que pertenecen a 72 millones de cuentas individuales de trabajadores mexicanos.