Opinión

A principios de esta semana se supone que el nuevo parlamentario Tory Obby Khan estaba siendo demandado por uno de sus socios de Green Carrot Juice Company en un intento por recuperar una inversión de $ 562,000. Si bien las alegaciones relacionadas no han sido probadas en los tribunales, lo que se sabe es que el Sr. Khan no destacó su interés en la empresa en cuestión en su declaración como diputados ante el Comisionado de conflictos de interés.

Un portavoz de la Oficina del Primer Ministro dijo que el Sr. Khan no estaba obligado, según las reglas actuales de conflicto de intereses, a revelar un interés en un negocio que no proporciona una fuente de ingresos, lo que esta empresa no hace. Por lo tanto, no lo exclusivo en su divulgación pública.

Las reglas actuales parecen estar en el centro de cada problema de conflicto de intereses que involucra a un parlamentario Tory, y ha habido varios, ya que cada uno viene con la sustentación de que solo estaban siguiendo las reglas actuales. Tales afirmaciones sirven principalmente para demostrar que las reglas actuales son, para decirlo sin rodeos, lamentablemente inadecuados.

El gobierno de PC parece haber admitido esto. Encargó un informe a su comisionado de conflictos sobre cómo construir un régimen de conflicto de intereses más responsable y transparente, y el informe concluyó que Manitoba tenía las reglas más débiles del país.

El parlamentario conservador progresista Obby Khan está siendo demandado por uno de sus socios de Green Carrot Juice Company en un intento por recuperar una inversión de $562,000. (Archivos de prensa gratis de Mikaela MacKenzie/Winnipeg)

El gobierno llegó a presentar nuevas reglas de conflicto de intereses, pero optó por no proclamarlas hasta después de las próximas elecciones, previstas para el otoño de 2023. Dado que Khan es el último de una serie de conservadores en enfrentarse a conflicto de intereses, uno se pregunta por qué ha habido un retraso en la introducción de nuevas normas.

El exprimer ministro Brian Pallister no ha informado de la existencia de sociedades de cartera vinculadas a su propiedad vacacional en Costa Rica. En ese momento, Pallister afirmó que las reglas no requerían que él revelara.

Hubo más evidencia de conflicto de intereses cuando participó en una directiva del gobierno para mantener a los corredores de seguros privados en el centro de la transición de Manitoba Public Insurance a los servicios de seguros en línea. Pallister, quien siguió siendo un corredor de seguros con licencia durante su mandato como primer ministro, dijo que las reglas le permitían participar porque su compañía no vendía seguros Autopac.

Más recientemente, supimos que la Premier Heather Stefanson no reveló la venta de $31 millones en bienes raíces. Al principio, la premier se disculpó por el descubierto, pero luego afirmó que, de hecho, había filtrado la información, al comisionado, pero no públicamente.

Cosas como esta tienden a ser muy claras para el público en general, por lo que es sorprendente que un gobierno no tome medidas decisivas para soportar las reglas.

No es seguro que las nuevas normas que entrarán en vigor dentro de un año remedien esta situación. Los gobiernos de todas las tendencias en Manitoba (¿recuerdan el fiasco del contrato de Tiger Dam del NDP?) han fallado sucesivamente en crear reglas para controlarse adecuadamente. Sin embargo, incluso el observador más casual de estas historias sabe que el público tiene derecho a una comprensión clara de los negocios de sus parlamentarios.

Las participaciones comerciales del Sr. Pallister en Costa Rica habían revelado y él no debería haber estado implicado en ninguna directiva que involucre a corredores de seguros privados. La Sra. Stefanson debería haber hecho pública y oportuna la divulgación de su ganancia inesperada de bienes raíces. Y el Sr. Khan debería haber hablado abiertamente sobre sus negocios, ya sea que obtenga ingresos de ellos o no.

Cosas como esta tienden a ser muy claras para el público en general, por lo que es sorprendente que un gobierno no tome medidas decisivas para soportar las reglas.

Es la cosa justa que hacer. Y si eso no es suficiente motivación, el gobierno actual podría verlo como una oportunidad para evitar futuros escándalos. Especialmente a la luz de las cifras de las encuestas conservadoras actuales, ese sería un resultado muy útil.

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