En América Latina, tradicionalmente la población joven tiene dificultades para poder conseguir una vivienda en el mercado formal y esto es por las barreras de acceso existentes, por lo que se opta por acudir a mecanismos informales ya sea por medio de invasión de predios o mecanismos de autoconstruccionconcluye un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

De acuerdo con el informe, si bien en el país existen 23,9 millones de viviendas propias liquidadas o en proceso de pago, todavía hay una demanda que atender dentro del mercado formal pues muchas personas, especialmente los más jóvenes, no tienen forma más que vivir en casa de familiares o alquilar por años, mientras que otras están en la informalidad habitacional para estar cerca de su trabajo o hacerse de su primer hogar.

“Las personas que habitan bajo esta modalidad (informal) podrían tener hogares con daños en su estructura, ante un posible diseño que no esté bien realizado. Además, pudo no aprovecharse al 100% y de forma correcta el suelo, puntos que los expertos en el tema avalan y distribuyen”, destaca Albert Saiz, profesor asociado en los programas de planeación urbana y bienes raíces en el MIT y coautor del estudio.

Según el especialista, ante la falta de información sobre el mercado de viviendas informalesse estima que en México este tipo de hogares representa del 40% al 60 por ciento.

En este escenario, se identificaron tres problemas que impiden el acceso a la viviendas formales y que tienen mayor impacto en la población más joven:

  • Alto precio de las unidades disponibles. Para los segmentos economicos medios y bajos la vivienda es costosa, especialmente en las grandes ciudades, las cuales tienen mejores empleos, servicios y oportunidades de promoción social, lo cual les genera plusvalía con valores fuera del alcance de personas de menos recursos.
  • Falta de productos financieros. Actualmente, las tasas de interés no son asequibles para la mayoría de la demanda de vivienda, pues los aviones y costos vuelven muy dificil el acceso a productos destinados para la adquisicion de un hogar. ” El mercado de los dos últimos quintiles debería ser una fuente crítica de crecimiento para la industria de bienes raíces y la economía en general.
  • Enganches fuera del alcance. En México, la oferta disponible de productos solicitados financieros enganches que muchas veces están fuera del alcance de las personas, lo cual se junta con la falta de la cultura del ahorro.

Menos créditos en el 2022

En México, los primeros ocho meses del 2022, el grupo de jóvenes durante de hasta 29 años recibió 63,749 financiamientos para adquisicion de vivienda de parte de la industria, lo que representó una participación del 25% en la totalidad de los créditos entregados a todos los grupos de edad.

Sin embargo, su participación es menor respecto al 2021. Según datos del Sistema Nacional de Información e Indicadores de Vivienda (SNIIV), el año anterior en los primeros ocho meses del año la participación de créditos para este grupo poblacional fue de 27 por ciento.

Para Saiz, este es un problema que el mercado debe corregir, pues los jóvenes poco a poco se determinarán en el principal catalizador de la industria inmobiliaria, al buscar comenzar su patrimonio.

“Debemos vigilar de cerca también a los jóvenes, ellos se definirán poco a poco en el principal catalizador del mercado inmobiliario, al comenzar su patrimonio, pero a su vez múltiples representa desafíos, ya que las vías de financiamiento deben tener medidas equitativas entre acceso, costo, beneficio y vivienda asequible y de calidad”, acotó Saiz.

Jerónimo Uribe, director general y cofundador de La Haus, destacó que la falta de información es un problema que impide generar diagnósticos certeros sobre la industria; sin embargo, con estudios como el del MIT, se pueden acercar a las soluciones que realmente se necesitan.

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